experiencia viesquense

Ayer tuve la oportunidad, si bien desagradable, bastante enriquecedora de vivir una experiencia nueva; resulta que mi novio quiere poner un llamado CIMARI (Centro de Manejo Integral de Residuos Peligrosos) que yo diría es un (Centro Integral para el Manejo de Residuos Industriales) dado que dichos confinamientos tienen la tarea de eliminar lo "peligroso" de tales residuos. Tal CIMARI se ubicaría en tierras viesquenses, la empresa ya cuenta con los permisos federales, de PROFEPA y SEMARNAT, desde hace unos años, sin embargo están detenidos con el ayuntamiento de Viesca desde hace 15 años sin lograr gran avance con las autoridades municipales, las cuales dan solo “largas” y presentan argumentos poco validos y hasta cierto punto tontos como “nos va a contaminar nuestra ecología” nótese que aparte de eso ellos entienden por ecología como “el aire puro que respiramos”, pero bueno ese no es el punto de esta nota

Estas personas buscan ignorar el hecho de que autoridades federales como SEMARNAT ya otorgaron los permisos correspondientes para realizar este confinamiento y dicha secretaría no permitiría que esta empresa o alguna otra trabajara sin la reglamentación correspondiente ¿cierto? Si bien es cierto un argumento presentado por el sacerdote de Viesca: “las leyes no se cumplen”, dicho argumento no es una determinante para todas las empresas, (sería como decir que todos los sacerdotes son pederastas ¿cierto?).

Habemos quienes nos quedamos callados mientras vemos las cantidades enormes de desechos industriales que se tiran en el Nazas y habemos quienes preferimos que éstos sean transportados hacia un lugar “especial”, donde dichos desechos puedan ser neutralizados, depositados e incluso algunos hasta tratados para se reutilización…

Durante la experiencia que tuve la oportunidad de vivir este fin de semana, hubo de todo:

Por un lado, el 1er día se realizó una plática – cena con la gente del pueblo para informarles como operan este tipo de plantas; entre griteríos, argumentos algunos válidos y otros no tanto, las aproximadamente 400 personas (niños, señoras, señores, jóvenes y ancianos) habían quedado con un aparente buen sabor de boca acerca del proyecto, incluso algunos (200) se acercaron a Emmanuel con el fin de enlistarse para ser potenciales trabajadores de la planta (no se les pidió firmaran nada), en dicha lista se les pidió especificaran que es lo que saben hacer, para así tener una noción de quienes servirían para que función, la capacitación que se necesitaría, etc. Yo por mi parte mientras tanto tuve oportunidad de conversar con un par de señoras que apoyan el proyecto, señoras cansadas, o de que sus maridos no han trabajado por años o de que éstos tengan que salir a buscar trabajo fuera del pueblo, y algunos hasta del país. Total ese día se resume como un buen día.

Al día siguiente Emmanuel volvió a acudir a Viesca, dado que le llegó el rumor de una “junta emergente” entre 2 grupos (el grupo que apoya la instalación del confinamiento, y del grupo opositor), sin embargo le negaron participar en tal evento dado que él no fue requerido para el mismo, dicha juna fue convocada por el sacerdote del pueblo (el cual por cierto pidió una cantidad nada módica de dinero, 15millones de pesos). Ahí se convocó a una junta mas (la cual se realizó el día de ayer), a la que se invitó a todo el pueblo; ésta junta resultó ser para aprobar o negar el dichoso permiso de construcción del confinamiento.

Acudimos puntuales, incluso con cámara de video, por si había algún suceso ameritara ser grabado, sin embargo, le negaron a Emmanuel la palabra, para así someterlo no solo a él sino también al proyecto a algo parecido a un juicio popular sin derecho a réplica.

Entre griteríos de señoras (PERDON) sin que hacer (porque la mayoría de éstas son señoras que viven de pensiones o de “caridad” y son mayores de 50 años de edad, por tanto no son económicamente activas), palabras de difamación del sacerdote del pueblo se lograban escuchar mientras nos abucheaban, mientras “los Rivas” eran acusados de ASESINOS y CORRUPTOS entre otros calificativos bastante fuertes, empleados tanto por dicho sacerdote como por el miembro del cabildo Manuel Lastra(quien cabe recalcar trabajaba con el Ing. Rivas cuando el proyecto comenzó e incluso dicho personaje rentaba a la familia Rivas una casita para que la habitaran durante su estancia en Viesca.

Para no alargar más este post, fue una junta llevada a cabo ante griterío y abucheos donde no la mayoría del pueblo, pero sí la parte mas gritona y escandalosa, la parte mas desinformada y cerrada manifestaron su disgusto por la llamada “confinadora” (así le llaman ellos), con alegatos como “quieren envenenar al pueblo” o “queremos trabajo digno no de eso” y yo me pregunto ¿hay algo indigno en esto? No se les está pidiendo que sean sicarios, ni que se dediquen al narcotráfico, si bien se les está ofreciendo un trabajo diferente, éste no se puede realizar en cualquier lado, se buscan ciertas características de suelo, lejanía de la ciudad, entre otras.

Éste es el trabajo que nadie quiere hacer, pero que todos necesitamos que alguien haga.